l pterigión y la pingüécula son crecimientos en la conjuntiva del ojo de una delgada telilla o membrana que cubre la esclera (parte blanca del ojo). Muchas personas creen que se llaman catarata la cual es otra entidad. La catarata es una opacidad de un lente situado dentro del ojo y no por afuera como son las carnosidades (pterigión y pingüécula).

Son causados por factores individuales, alteraciones en la lagrima y elementos ambientales como el viento, el polvo y la luz ultravioleta.

Los síntomas del pterigión y la pingüécula pueden ser leves o severos y pueden incluir:

  • Enrojecimiento y/o inflamación especialmente durante el crecimiento de un pterigión.
  • Visión borrosa.
  • Irritación.
  • Sequedad.

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  • Picazón.
  • Ardor.
  • Sensación arenosa.
  • Sensación de tener material externo en el ojo.

Catarata es la opacidad de un lente (cristalino) que está dentro del ojo, el cual normalmente es claro y transparente, puede compararse a una ventana cuando se empaña con vapor.

En la catarata, el cristalino se vuelve turbio y opaco. Las imágenes no pueden pasar a través de él fácilmente, subsecuentemente la visión es borrosa.

El pterigión, es un crecimiento de tejido carnoso sobre la conjuntiva que puede extenderse hasta la córnea (la parte transparente enfrente del ojo). Este crecimiento puede permanecer pequeño, o agrandarse como para interferir con la visión cuando invade el centro de la córnea.

La pingüécula, es una mancha blanco-amarillenta o una protuberancia sobre la conjuntiva, localizada comúnmente en la parte interna del ojo que está más cercana a la nariz. Es un cambio en el tejido normal que resulta en un depósito de proteína, grasa y/o calcio.

Fig. 1 – Pinguecuela (carnosidad blanco amarillenta), cerca de la córnea.

Fig. 2 – Pterigion (carnosidad que invade la córnea).

En muchos casos, no hay necesidad de tratamiento. Cuando un pterigión o pingüécula se vuelve rojizo e irritado, algunos colirios oftálmicos a base de lágrima artificial pueden ayudar a reducir la inflamación. Es importante, no usar ningún colirio sin receta médica, ya que muchos colirios blanqueadores, pueden dar dependencia y/o elevar la presión del ojo, y otros efectos adversos.

Una gran ayuda es colocarse frio local con los parpados cerrados (ya sea en gel, hielo envuelto en algo limpio, etc.), un colirio de lágrimas frias también es de gran utilidad en aliviar los síntomas. El frio local es un excelente anti-inflamatorio natural. Si los síntomas persisten, deben buscar un Oftalmólogo.

Si la carnosidad, crece lo suficiente como para comprometer la visión o causar molestia persistente deberían ser removidos quirúrgicamente. La mayor parte, son removidos por razones cosméticas.

Aun, después de un procedimiento quirúrgico, el pterigión y la pingüécula pueden reaparecer. La radiación Beta en la superficie del ojo, o medicamentos especiales como la Mitomicina-C, son usados para prevenir que un pterigión o pingüécula vuelva a aparecer. Es muy importante en nuestra experiencia que la cirugía sea con la técnica de injerto conjuntival que da menos chances de recidiva.

Sin embargo, la manera más eficaz para prevenir reapariciones es limitar la exposición a factores ambientales que pueden contribuir a su crecimiento. Esto incluye:

  • adecuada protección de sus ojos contra excesiva luz ultravioleta con anteojos para el sol con filtro UV.
  • protección de sus ojos contra condiciones secas y polvorientas con anteojos apropiados.
  • aplicación de lágrimas artificiales (gotas) en condiciones de ambiente seco.

La técnica que usamos consiste en lo siguiente: después de aplicar gotas anestésicas (anestesia local, ambulatoria y sin internación), colocamos al paciente bajo un microscopio oftálmico en ambiente estéril y removemos toda la carnosidad.

Inmediatamente, con una micro-fresa realizamos el pulido del área para que se retire todo lo que manualmente no se pudiera. Seguidamente, injertamos un pequeño fragmento de conjuntiva normal desde la parte superior oculta y protegida por el párpado superior del mismo ojo (área no visible) y la ubicamos mediante suturas especiales muy delgadas en la región donde se extirpo la carnosidad. Antes de ocluir apropiadamente el ojo, realizamos una aplicación de Beta-Terapia (en la mayoría de los casos) u aplicación de otros medicamentos que impiden una cicatrización excesiva; y procedemos a cerrar el ojo con apósitos estériles durante una semana (se cambian los curativos del ojo todos los días) donde al termino de este periodo, se coloca nuevamente una gota anestésica y se procede a retirar los puntos, seguidos de otra aplicación de Beta–Terapia por algunos segundos (sin dolor). Vale la pena mencionar que el pequeño instrumento de radiación de Beta–Terapia que usamos, es un instrumento especial, y que no es accesible en muchos centros quirúrgicos especializados.

Con esta técnica hemos llegado a tener un grado de éxito muy elevado. El riesgo de aparecimiento de una nueva carnosidad existe, pero es mínimo con esta técnica que usamos y adoptamos después de muchos años de experiencia.

El paciente debe saber que después de la cirugía, el ojo operado puede permanecer rojo por varias semanas y que el uso de lágrimas artificiales u otros colirios apropiadamente recetados a medida de cómo se presenta la evolución en el post-operatorio, deben ser usados por incluso muchas semanas o meses.

También informamos a los pacientes operados, que deben evitar piscinas, río, lagunas, saunas o ambientes similares, especialmente durante las primeras 4 semanas de post-operatorio, como así deben usar gafas de sol y/o sus lentes de medida con filtros ultravioleta, especialmente cuando estén expuestos a la radiación del mismo o lugares con mucho viento, polvo o humo. De esta forma, tomando todas las debidas precauciones, el resultado es exitoso en la gran mayoría de los casos.